Todos debiéramos saber o descubrir en algún momento que la felicidad no es permanente y siempre hay algo que viene a darle al traste a ese confort que a veces pareciera que fuera difícil que cambiara.

Honestamente, mi hijo es quién ha creado lo que hoy soy pues ha puesto a prueba todos mis límites y cuando creo que no puedo más, que voy a reventar, me encuentro descubriendo que soy capaz de sobrevivir y superar las adversidades, pero pareciera que el reto es ver que tanto se pueden expandir esos límites.

No escribo un libro de mis memorias de cómo sobrevivir a un hijo difícil no por no dar la receta, porque tristemente debo de decirlo no la tengo (aún por lo menos jaja), no lo hago, sólo para no hacer llorar a nadie con mis penas y luego me quieran hacer un altarcito JAJAJAJA!

Ya en serio, que rudo es tener que estar permanentemente en un ciclo que pareciera no tener punto de ruptura, como una ruleta en la que te puede dar 19 negros consecutivos y cuando le apuestas, sale un rojo! carajo.... 

Hoy me pillan en un momento de la vida en la que la felicidad ya no es tan importante.... hay algo más grande y que le deseo a todo ser humano y se llama Paz! es algo por lo que debemos luchar cualquier batalla por dura que pueda ser.

En este momento me he vuelto a ver enrolado involuntariamente en una nueva batalla y la diferencia entre la felicidad y la paz, es que me vale madre quién gane... lo importante es haber dado mi mejor esfuerzo; quedarse con la sensación de que no hace falta un título o cinturón de campeón que demuestre tu victoria... con que las aguas se aplaquen y agarren su curso es más que suficiente.

Como dirían por ahí: "vive y deja vivir..."

Buenas noches!